domingo, 10 de enero de 2010

Quinto piso y los disfraces mentales

No puedo aguantar mas. No puedo seguir así con todas esta mierda dando vuelta en mi cabeza. Siento como todo se acalora, como ese camino se derrite lentamente.

Quiero que esto se termine, desaparecerme un tiempo, no ver a nadie ni nada, sólo estar conmigo y sentir mi alma recorrer como ese sentimiento amargo recorre mi cuerpo. Cierro los ojos esperando que resulte, que pueda levantar las paredes y cerrar las puertas.

No creo que sea tan fácil olvidar, perdonar, simpatizar, alejar. Tendré que esperar a los resultados, me dije una y otra vez en el frío cuarto. El corazón se acelera y la mente se pone en blanco mientras en ese mismo cuarto todas las emociones salen como un bolo alimenticio hacia la superficie, lentamente quemando el interior y quitando todas las preocupaciones que sentías en ese momento. Vaya, no creo que haya funcionado. Me levanté lentamente, con una mano apoyada en el muslo y la muñeca de la otra en la boca, con la mente en blanco y libre para vivir otro día.

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