lunes, 8 de noviembre de 2010

Torque

Esta es la historia de un hombre sin certezas
Claro, no sentía asperezas, pero ni las rarezas del mundo
ni un difunto lo atormentaban.
Nada sentía y nada pasaba por su cabeza.
Se movía sin presiones, sin cariño, sin sentimientos profundos.
Nada le dolía y nadie lo estresa.
Nada le llama la atención y nada le interesa.
Nunca sabremos lo que tiene en la mente
ese hijo del presente, que camina de frente
Porque mas le vale ser un funeral vacío
que un carro lleno que pierde un amigo.